Comentario
Aunque se han mencionado los "Libros de Horas" como propios de entonces y en manos de todos los grandes señores, no son los únicos temas que se iluminan. Precisamente Carlos V había querido que se tradujeran textos de otras lenguas, que luego se editaban en ejemplares con miniaturas. Esta política fue continuada por sus sucesores. Se tradujeron obras del griego y el latín, así como del italiano. Bocaccio, Aristóteles, Terencio, Tito Livio, fueron ilustrados. También se hizo lo propio con los autores en lengua francesa. El antiguo "Roman de la Rose" conoció una nueva popularidad y fue objeto de una polémica en la que intervinieron diversas personas y fue también copiado. Cristina de Pizan que participó en ello fue una escritora que dirigió la ilustración de sus propias obras. Libros considerados casi científicos, como los de la caza, recibieron idéntico trato, destacando el de Gastón Phebus, varias veces copiado e iluminado. Los libros de Viajes, tanto reales como ficticios, conocieron un gran auge, y en la ilustración de uno espléndido intervinieron el duque de Borgoña, como promotor, el de Berry, como receptor y varios miniaturistas, como el Maestro de las Horas Boucicaut.Cuando se reanude la guerra con resultados desastrosos para los franceses, y los ingleses ocupen París, se dispersarán los miniaturistas por lugares próximos. Pero siguen quedando algunos, como el anónimo Maestro de Bedford, denominado así por las obras que realizó para el duque de Bedford, gobernador inglés de la ciudad. Tanto este pintor como otros anónimos trabajan después que los Limbourg. Contemporáneamente, otro desconocido y expresivo maestro dirige la ilustración de las llamadas "Horas de Rohan". Al contrario que en los otros manuscritos, el nombre no indica origen, sino que con posterioridad a su ejecución pasó a manos de la familia Rohan. Se discute el origen de la obra y del artista. Se tiende a creer que las fechas de realización son próximas a 1420 y el lugar podría ser Bourges, donde estaba el rey en el exilio y su madre Yolanda de Anjou que estaría detrás del proyecto. Marca la manera de hacer el artista un cierto descuido en el detalle sin precedentes en los grandes miniaturistas anteriores. Sobre todo, un estilo expresionista y desmesurado, despreocupado por los problemas de ambientación y capaz de crear escenas de una inquietante emotividad. El Oficio de difuntos, tan destacado en todos los "Libros de Horas", está compuesto originalmente: El hombre muerto y desnudo, extendido sobre un suelo plagado de huesos y calaveras humanas, se dirige en su miseria a un Dios armado con una espada que le contempla, mientras un cielo azul se puebla de un ejército angélico etéreo, materializándose únicamente el ángel que lucha contra el demonio por el alma del muerto.Bohemia se consolida como gran centro ya con Carlos IV y aún más a partir de su muerte (1378) con su hijo Wenceslao, emperador hasta 1400 y rey de Bohemia exclusivamente a partir de entonces. Las empresas artísticas no sólo surgen del ámbito real. La llegada de artistas franceses y quizás italianos, la tradición propia, un misterioso recuerdo lejano de lo bizantino, determinan un arte original y propio. El primer gran pintor en que esto se manifiesta es el llamado Maestro de Trebon, por el retablo de Trebon o Wittingau, hacia 1380. Siguiendo un camino ya iniciado por el autor del retablo de Hohenfurth, hacia 1350, usa una paleta de tonos sombríos, con un dibujo de fuerte expresividad, donde una cierta tensión nerviosa se entremezcla con detalles de dinámica expresión internacional. También algo más tarde comienzan a aparecer como iconos de la Virgen, imágenes amables, donde estas características son más acusadas y tienen su correlato en la escultura. La Virgen de Roudnice (Galería Nacional, Praga) sería un buen ejemplo, hacia 1390.El libro ilustrado había gozado de un aprecio especial en los años de gobierno de Carlos IV. El "Lider Viaticus" de Jan de Streda (Biblioteca Nacional, Praga) es una obra extraordinaria (1360-1364), donde se funden armoniosamente las fórmulas francesas y las italianas y se crean imágenes inolvidables que, a su vez, incidirán sobre la miniatura lombarda italiana inmediata, como las grandes iniciales. Mucho más italiano es el "Laus Mariae" de Conrado de Hamburgo, hacia 1364.Del período internacional es el "Misal" del arzobispo Zbynek Zajic (Biblioteca Nacional, Viena). Pero en esto destacan los talleres que trabajan para la corte de Wenceslao. El rey encarga una Biblia gigantesca en muchos volúmenes. Naturalmente ha de ser obra de muchas manos. Algunas miniaturas como la del Génesis hipertrofian una vieja fórmula: una gran I que atraviesa de arriba abajo el folio, donde en círculos se despliega la creación, la caída y el anuncio redentor. Aquí falta este último, pero flanquean la línea narrativa rectángulos con multitud de profetas y figuras del Antiguo Testamento, mientras desborda por todas partes una amplia decoración marginal, en gran parte significativa. Se han bautizado los miniaturistas bajo apelativos tales como Maestro de Balaam, Maestro de Salomón, Maestro de Sansón, etc. En él están presentes diversas tendencias del arte bohemio (Biblioteca Nacional, Viena)."La Bula de Oro de Carlos IV" era un documento emitido por la cancillería imperial del padre de Wenceslao, por el que se regulaba la sucesión imperial. Cuando éste encarga una copia de lujo, el documento había perdido parte de su valor, porque poco después será depuesto, dado que todo se sitúa en 1400. Es una de estas obras en las que el arte apoya las intenciones y no las realidades. Es un reflejo de lo que se quisiera que fuesen, no de lo que es. El folio inicial (Biblioteca Nacional, Viena), es un prodigio en que lo ornamental está cargado de signos de identidad del rey, mientras la figuración más directamente relacionada con el texto alude a la invocación a Dios, con una Maiestas. Signos heráldicos, marcas y emblemas imperiales, las famosas bañistas cuyo significado ha ocupado a historiadores, la enorme W del rey, aprisionado en ella, mientras contempla a las muchachas semidesnudas, etc., pueblan un mundo personal, buscadamente esotérico, alejado de la realidad política.La Biblioteca de la catedral de Gerona conserva otra obra espléndida, un "Martirologio" en el que las ilustraciones se desplazan a los márgenes, donde en círculos se cuentan los martirios. Es tan exquisito como los otros, obra de varios artistas, aunque se destaca el calificado de miniaturista de Gerona. Los intereses astrológicos del rey le llevan a procurarse textos interesantes, como el "Quadripartitus" de Ptolomeo y las "Tablas astronómicas" de Alfonso X, que encarga en copias con grandes miniaturas iniciales (Galería Nacional, Viena).Jean de Mandeville es el falso nombre de un burdo falsario que inventa un viaje a Oriente que nunca hizo. Sin embargo, obtiene un éxito inmenso. Se traduce a varias lenguas. Se incorpora el magnífico "Libro de las Maravillas" que poseyó Jean de Berry, junto al más veraz Marco Polo, se hace una edición aragonesa, etc. También se traduce al checo. Después de 1400 se copia en un manuscrito sin paralelo (British Library, Londres) que, bien se conserva incompleto, bien no se terminó de copiar. Todas las miniaturas ocupan el folio y están dibujadas con líneas sutiles que se manchan delicadamente con tenues colores.Esta producción masiva y la crisis posterior, unida a los contactos que se mantienen con la Lombardía de los Visconti o la Inglaterra contemporánea permiten la difusión de lo bohemio por Europa. La miniatura milanesa e inglesa, la pintura mural en Trento, son signos de esta difusión.